VI.- JESÚS ES FLAGELADO Y CORONADO DE ESPINAS, María Helena Rodríguez. “Te duele a Ti, me duele a Mi”
“….El número de golpes recibidos asciende aproximadamente a unos 120, sin contar los que no se han podido estudiar por faltar parte de los brazos a causa del incendio de 1532. Algunos autores no se ponen de acuerdo a la hora de precisar si los golpes se dieron con flagelos de tres ramales o de dos; en cualquier caso es evidente que fueron romanos los que lo azotaron. Estos no tenían tope en el número de golpes, y lo que es más estremecedor desde el punto de vista médico: Nuestro hombre debió quedar bañado en sangre y hecho una llaga. El dolor, tanto físico como moral, y la incipiente fiebre que debió apoderarse de él y que ya lo abandonaría hasta la muerte, debieron hacer una tremenda mella en su cuerpo.”
Me interesa a través de mi interpretación mostrar a Jesús en ese doloroso momento, donde estando amarrado y colgado de una columna se sometió al padecimiento de los golpes, maltratos y humillaciones, a lo más doloroso, con sus consecuencias físicas que fueron extremas, sin compasión fue tratado, pero él con Dios, con su Padre….resistiendo.
Cargó con nuestros dolores, fue aplastado por nuestras iniquidades. Con sus heridas curará nuestros pecados. Concederá a los que son despreciados injustamente o marginados, a cuantos han sido desfigurados por la tortura o la enfermedad, comprender que, crucificados al mundo como él lo estuvo, llevaran a cabo su PASIÓN PARA LA SALVACIÓN DE TODOS
“Jesús, pedazo de humanidad profanada, en ti se revela el carácter sagrado del hombre: arca del amor que devuelve el mal con el bien.”
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